MALNUTRICIÓN EN AVES DE COMPAÑÍA

 

Por Enrique Moreno

La malnutrición es una de las principales causas por las que las aves de compañía enferman. Es lógico si tenemos en cuenta que, por ejemplo, la mayoría de los propietarios de psitácidas piensa que a su mascota le basta para mantenerse sana con una mezcla de semillas, un hueso de jibia y un poco de fruta de forma esporádica. Si a esto unimos la carencia de estudios científicos sobre las necesidades nutricionales de la mayoría de las aves mantenidas en el hogar, comprenderemos fácilmente la situación en la que se encuentran estos animales. Una dieta basada únicamente en semillas presentará déficits en aminoácidos (metionina y lisina), vitaminas (A, D3, B2, B12, E, K, ácido pantoténico, niacina, biotina y colina), minerales (calcio y sodio) y oligoelementos (hierro, cobre, zinc, manganeso, yodo y selenio).

Las carencias de una dieta inadecuada se pueden manifestar en diferentes momentos de la vida del ave. Así tenemos que durante la reproducción la malnutrición se puede traducir en multitud de síntomas distintos en función de la sustancia implicada. Una dieta pobre en proteínas o aminoácidos (lisina, metionina, triptófano) provocará una disminución en la puesta. El déficit del calcio supondrá un huevo con una cáscara más fina y por lo tanto más frágil. Pero si el déficit de calcio es aún mayor entonces puede darse bloqueo de huevos, prolapso de útero y/o cloaca, fracturas espontáneas en la hembra, cese de la puesta, etc. Todos estos síntomas también pueden ser debidos a una falta de vitamina D3, ya que esta sustancia es la encargada de regular la absorción del calcio a nivel intestinal. De tal manera que una dieta puede ser adecuada en calcio pero éste no se absorberá si no hay suficiente vit. D3.

Existen otras sustancias que también están directamente relacionadas con la reproducción, como son las vitaminas A y E. El déficit de vit. E origina una disminución en la fertilidad, pudiendo desembocar en esterilidad permanente cuando la carencia es prolongada. La deficiencia de vit. A va a originar un esperma de mala calidad y una disminución en la producción de huevos.

Un problema frecuente en aves jóvenes malnutridas es la enfermedad ósea metabólica, debida a una carencia de calcio, Vit. D3 o a un desequilibrio entre el calcio y el fósforo en la dieta. Se observa con bastante frecuencia en rapaces y psitácidas. En las primeras cuando son alimentadas con carne desprovista de piel, huesos y vísceras. Mientras que en las segundas cuando reciben únicamente pipas de girasol (muy pobres en calcio). Los síntomas observados en esta enfermedad son: fracturas de aparición espontánea, malformaciones óseas, deformaciones del pico, debilidad muscular, incapacidad para andar o volar, etc.

En otras ocasiones la malnutrición se refleja en el plumaje, produciéndose una carencia en la normal pigmentación de las plumas (acromatosis). Este problema normalmente se aprecia sobre las plumas remeras y, ocasionalmente, sobre las timoneras. Aparece en aves con déficit de lisina, riboflavina o colina.

Una condición bastante frecuente con dietas inadecuadas es la obesidad, la cual aparece cuando la ingesta de energía excede al gasto durante un largo periodo de tiempo.

Cacatúas, amazonas y periquitos son propensos a padecerla, manifestándose como depósitos grasos subcutáneos. Para combatir este problema existen dos posibilidades:

- Aumentar el gasto de energía mediante un mayor ejercicio: jaulas más grandes donde puedan volar, o bien sacar a las aves fuera de ellas para que puedan moverse con mayor libertad.

- Reducir la ingesta de energía limitando el suministro de alimentos ricos en grasa: recortar las semillas oleaginosas y aumentar el suministro de fruta y verdura.

La obesidad puede favorecer la aparición de otras alteraciones de la salud como lipomas, pancreatitis, hipotiroidismo, alteraciones cardiacas y degeneración grasa del hígado.

Esta última enfermedad, también conocida como hígado graso, puede estar provocada por una dieta pobre en biotina, colina y metionina o por un elevado consumo de dietas muy energéticas. A menudo las aves no muestran síntomas hasta el momento antes de morir. En la necropsia el hígado aparece de color amarillento y aumentado de tamaño.

Otro problema relacionado con la malnutrición es la hemocromatosis hepática. Descrita sobre todo en tucanes, mainates, aves del paraíso, quetzales, etc. Está provocada, entre otras causas, por una alimentación rica en hierro, el cual se acumula en órganos como el hígado y el corazón, produciendo un fallo en el funcionamiento de los mismos. La mayoría de las veces los síntomas aparecen cuando la enfermedad está muy avanzada, siendo muy frecuente la muerte del ave.

Por último, el bocio aparece en aves como los periquitos cuando la dieta (basada sólo en semillas) es deficitaria en yodo. El aumento de tamaño de las glándulas tiroideas ocasiona ruidos respiratorios, cambios en la voz o pérdida de la misma y regurgitación entre otros síntomas.

Una forma de paliar los efectos de la malnutrición en las aves de compañía es mediante la administración de piensos, de uso cada vez más extendido entre los propietarios de psitácidas. No obstante, verduras y frutas son fundamentales, ya que además de suministrar vitaminas, minerales y fibra son una importante fuente de entretenimiento.

© Enrique Moreno