Por Rafael Cuevas
INTRODUCCIÓN
El objetivo de este
artículo es concienciar a los canaricultores sobre la importancia
que tienen la limpieza, desinfección y desinsectación,
para mantener la salud de los ejemplares y prevenir la aparición
y contagio de enfermedades contagiosas y parasitarias en nuestros
aviarios.
Que duda cabe que
todas las medidas de prevención que adoptemos serán
incluso insuficientes, en algunos casos, para evitar infecciones
pero nos garantizarán una alta protección.
Las medidas preventivas
de higiene y desinfección resultarán ineficaces si
por norma no mantenemos en rigurosa cuarentena a los pájaros
recién adquiridos o provenientes de concursos-exposiciones.
Estos pájaros pueden estar en período de incubación
de una enfermedad y estar sanos aparentemente, por lo que podrían
transmitir la enfermedad a los ejemplares de nuestro criadero. Existen
infecciones con un período de incubación bastante
largo por lo que el aislamiento deberá ser de 45 días
a dos meses. Por otro lado, existen pájaros portadores sanos
permanentes o casi permanentes de diversas enfermedades (salmonelosis,
difteroviruela, psitacosis, etc), que los podríamos detectar
por medio de centinelas, es decir, ponerles durante la cuarentena
pájaros sanos de escaso valor y ver si éstos enferman.
Otra medida preventiva
para evitar contagios es aislar inmediatamente los pájaros
que observemos con síntomas de enfermedad. El lavado de las
manos o mejor la utilización de guantes ante el contacto
con pájaros enfermos es también una medida eficaz.
LIMPIEZA
La limpieza es el
paso previo a la desinfección. Deberá ser-realizada
a intervalos regulares, siendo muy aconsejable efectuar dos limpiezas
generales a fondo, antes y después de la cría. En
período de enfermedad la limpieza deberá realizarse
lo más frecuentemente posible. Es muy importante para aumentar
la eficacia de los desinfectantes realizar una escrupulosa limpieza,
para eliminar en todo lo posible restos de materia orgánica,
lo que facilita la acción de los desinfectantes.
Es preferible un
buena limpieza sin desinfección que al contrario, ya que
la desinfección puede darnos un falso sentido de seguridád.
Lo ideal es limpieza seguida de desinfección ya que son métodos
complementarios de saneamiento.
La limpieza se efectúa
en dos fases:
a) limpieza en
seco. Por medio del raspado, sacudida del polvo y barrido, los
restos de comida, excrementos, plumas y polvo son retirados.
b) limpieza húmeda
. Se utiliza agua con jabón o detergentes en la concentración
adecuada. El agua deberá estar caliente para aumentar la
eficacia de la operación. Es importante llegar a todos los
rincones del local y de las jaulas.
Los jabones son
sales sódicas o potásicas de ácidos grasos
obtenidas por un proceso de saponificación industrial. Actúan
disminuyendo la tensión superficial y rompiendo la pared
celular de las bacterias; son utilizados en la limpieza por su capacidad
de disolv~r las grasas y tienen cierto poder microbicida.
Los detergentes
son similares a los jabones, pero más efectivos. Pueden
ser en función de su carga: catiónicos, aniónicos
y no iónicos Los más efectivos son los
catiónicos. Su acción bactericida es superior a la
viricida. Los más frecuentes en el comercio son los aniónicos.
En función
del tipo de desinfectante que utilicemos a continuación,
eliminaremos o no los restos de detergente utilizados en el lavado,
ya que algunos como los amonios cuaternarios son inhibidos por la
presencia de detergentes aniónicos.
DESINFECCIÓN
La desinfección
consiste en una técnica de saneamiento cuyo objetivo es destruir
los microorganismos patógenos, es decir productores de enfermedades,
actuando sobre animales, superficies, objetos o ambiente, para evitar
la transmisión de enfermedades infecciosas a nuestros pájaros.
Esta acción destructora de gérmenes (germicida o microbicida),
en función del tipo de germen que se destruya puede ser:
- bactericida,
se destruyen bacterias.
- fungicida, se
destruyen hongos.
- viricida, se
destruyen virus.
- esporicida, se
destruyen esporas.
La historia de la
desinfección es bastante antigua, así en la época
de los hebreos, griegos y romanos se utilizaban los vapores de azufre
para combatir la peste, la lepra.
Desde primeros del
siglo XIX se reconocen distintas sustancias que actúan como
desinfectantes, como el hipoclorito sódico, sublimado corrosivo,
fenol,etc. Se estableció el llamado coeficiente fenólico,
que permite comparar el poder desinfectante de diferentes sustancias
utilizadas para tal fin.
Los antisépticos
son agentes químicos que matan o inhiben el crecimiento
de los microbios y pueden ser utilizados en los tejidos vivos.
Las esporas son muy
resistentes a la acción de los desinfectantes, así
como algunos virus y micobacterias. Un problema derivado de la utilización
de desinfectantes a escala masiva es la eliminación de los
residuos tóxicos producidos por la eliminación de
desinfectantes al medio.
Características
y acción de los desinfectantes
Las características
óptimas que debe reunir un desinfectante son:
- ser activo a baja
temperatura.
- alto poder microbicida.
- gran poder de penetración.
- facilidad de aplicación.
- solubilidad en
agua.
- no ser tóxico
ni irritante para el hombre y animales.
- poco costoso.
- actuar en presencia
de materia orgánica.
- no alterar el material
desinfectado.
- rapidez de acción.
- mantenimiento de
su acción en el tiempo.
- compatibilidad
con jabones.
A la hora de utilizar
desinfectantes es conveniente adoptar medidas de protección
adecuadas en función de la naturaleza del mismo, como utilizar
guantes, gafas, bata, no respirar los gases tóxicos, etc.
La eficacia de los
desinfectantes también varía en función de
las condiciones en las que son utilizados: temperatura, humedad
ambiental, grado de limpieza de la superficie a desinfectar, dureza
del agua (contenido en carbonato cálcico), modo de aplicación,
concentración empleada, carga microbicida, sensibilidad o
resistencia de los gérmenes a ese desinfectante, presencia
de restos de materia orgánica, jabones, detergentes u otros
desinfectantes, tipo de superficie a desinfectar (lisa, desigual,
porosa).
Veamos en que manera
influyen algunos parámetros anteriores:
- las temperaturas
bajas disminuyen su eficacia.
- la humedad ambiental
baja disminuye también su eficacia, al producirse un secado
más rápido.
- las aguas duras
(mayor cantidad de cal) disminuyen el grado de desinfección.
- a mayor limpieza
menor cantidad de materia orgánica y más fácil
penetración.
- las micobacterias
y las formas esporuladas de los microorganismos son muy resistentes
a los desinfectantes.
- a mayor tiempo
de contacto con el desinfectante mayor desinfección.
Los desinfectantes
ejercen su acción por medio de la desnaturalización
de las proteínas, alteraciones de la permeabilidad celular,
inhibición enzimática, etc.
Una desinfección
al 100%, lo que se conoce como esterilización, es muy difícil
de conseguir a nivel práctico. La esterilidad es algo absoluto.
Sin embargo, con la desinfección se reduce considerablemente
la carga microbiótica, es decir, el número de microorganismos
patógenos, y con ello que el riesgo de contagio sea menor
y la gravedad de la enfermedad. Para asegurar un mayor éxito
de la operación se deben utilizar varios desinfectantes,
pero no mezclados, sino uno a continuación de otro.
Aplicación
de los desinfectantes
Los desinfectantes
se pueden aplicar de las siguientes formas:
- aerosol. Consiste
en la dispersión de la solución del desinfectante
en partículas muy finas que se mantienen flotantes durante
mucho tiempo.
- inmersión.
El objeto a desinfectar lo sumergimos en la solución
desinfectante.
- loción.
La solución acuosa del desinfectante se vierte sobre
el objeto a desinfectar, pudiendo utilizarse también una
brocha o cepillo.
Lo ideal es una vez
desinfectado un aviario, dejarlo varias semanas en reposo antes
de introducir pájaros perfectamente sanos. Para evitar resistencias
de los gérmenes a los desinfectantes, al igual que con los
antibióticos, es conveniente cambiar de desinfectante cada
cierto tiempo.
Tipos de desinfección
Todos los desinfectantes
tienen ventajas e inconvenientes, y deberán ser elegidos
en función de las características del aviario, tipo
de infección presente, material a desinfectar, presencia
o ausencia de pájaros, etc. Es decir, no existe un desinfectante
ideal universal, es decir, que pueda ser utilizado en todo tipo
de situaciones y que actúe por igual en todos los grupos
de microbios, sino que el desinfectante elegido estará en
función de la situación que se presente.
Podemos diferenciar
los siguientes tipos de desinfección:
Desinfección
física. Se lleva a cabo por procedimientos físicos
como ebullición, calor seco, rayos ultravioleta, etc.
Desinfección
química. Se utilizan determinados productos químicos
(desinfectantes químicos), los cuales son agentes antimicrobianos
que se utilizan solamente en tejidos inanimados, ya que suelen ser
dañinos en tejidos animales.
Los antisépticos
se diferencian de los desinfectantes en que éstos son
utilizados en los seres vivos en la piel y tejidos.
A continuación pasamos a describir
los distintos tipos de desinfectantes, con sus ventajas e inconvenientes.
Desinfectantes físicos.
Calor Se trata de un método
sencillo y seguro. No se puede utilizar en todo tipo de material.
Podemos diferenciar dos sistemas de calor:
- calor seco. Se puede utilizar
la llama de una lámpara a gas de soldador, que es un método
muy eficaz para eliminar microbios del local y jaulas.
- calor húmedo. Constituído
por vapor de agua a presión o agua caliente. Con este método
mueren muchos virus, bacterias y protozoos, pero no se alcanza
la esterilidad absoluta. El calor húmedo al ser más
penetrante que el seco necesita, menos temperatura, por lo que
es más eficaz.
Rayos ultravioleta. Los rayos
solares ejercen una acción desinfectante, aunque también
existen numerosos microorganismos resistentes a su acción,
por lo que es insuficiente. En el comercio existen lámparas
ultravioleta que pueden servir para este fin, pero no deberán
estar las personas ni aves en el local, ya que es un agente mutágeno.
Los criaderos en los que entran los rayos solares con facilidad
están menos expuestos a las enfermedades infecciosas. Los
rayos solares deberán entrar directamente, sin cristales,
ya que éstos actúan de filtro de las radiaciones uva.
Filtros de aire. Pueden ser
empleados para la contaminación ambiental, al retener los
microorganismos y partículas en el aire. En este sentido
en aviarios con una cierta densidad de aves y que no estén
correctamente aireados, es conveniente la utilización de
ionizadores.
Desinfectantes
químicos.
A) Líquidos
Yodo y yodóforos.
El yodo posee una acción bactericida de amplio espectro.
Actúa con menos intensidad sobre esporas y virus.
Su acción
es muy rápida, pero se inactiva en presencia de materia orgánica.
Puede corroer las jaulas metálicas y puede teñir de
color marrón al material objeto de desinfección. Es
costoso. El yodo también es muy utilizado como antiséptico
de la piel, ya que es muy eficaz. Se utiliza en solución
al 2% en alcohol de 70º.
Los yodóforos
son productos derivados de yodo. Se utilizan en solución
acuosa, jabonosa y alcohólica. Destruyen los tipos de gérmenes
más frecuentes. La dosis de yodo a utilizar
también estará
en función de la cantidad de materia orgánica presente.
Clorhexidina.
Se utiliza en combinación con alcohol para la desinfección
de ambientes y de la piel. Tiene elevado poder germicida y poca
toxicidad. Su eficacia, disminuye en presencia de materia orgánica.
Sosa cáustica
(hidróxido sódico). Tiene una fuerte acción
como detergente y desinfectante. Se debe manipular con precaución,
protegiendo las manos y ojos. Se emplea en disoluciones del 1 al
5%. Destruye también las esporas. Corroe el aluminio y es
cáustica. Es conveniente utilizarla con agua caliente, ya
que se incrementa su acción. Antes de introducir los pájaros
se debe realizar un correcto enjuague.
Fenol. Es
utilizado por primera vez por Lister en 1.861, desde entonces son
muchos los derivados fenólicos que se han empleado. Tiene
amplia actividad antibacteriana, antimicótica y antivíricá,
pero no sobre las esporas y algunos virus. La presencia de materia
orgánica disminuye su eficacia. Tiene un fuerte olor, por
lo que es necesario una buena ventilación antes de introducir
los pájaros.
Dentro de los compuestos
fenólicos podemos citar al cresol, muy conocido y
utilizado.
Amonios cuaternarios.
Presentan una importante acción bactericida y son muy
utilizados en avicultura. Son incompatibles con los jabones y detergentes,
ya que los neutralizan,, por lo que deberemos antes enjuagar perfectamente
el material a desinfectar. Otro inconveniente es que su acción
se ve influida por la presencia de materia orgánica. Se utilizan
en una proporción del 1 al 2% y son útiles para desinfectar
locales y material, por medio de lavado, inmersión o pulverización.
Se debe enjuagar el material antes de introducir los pájaros.
Son de bajo costo. No son eficaces frente a esporas, micobacterias
y ciertos virus.
Compuestos minerales
Entre ellos se encuentra
el sulfato de cobre, que se utiliza en solución
al 0,5-5% y es muy eficaz en los casos de aspergilosis (enfermedad
micótica).
Alcohol-de 70º
Actúa destruyendo
materia orgánica. Acción rápida pero poco persistente.
Importante acción germicida. Utilizado también como
antiséptico, aunque seca la piel e irrita las mucosas. El
alcohol más concentrado no es el más desinfectante.
B) Gaseosos: clorógenos
y formol.
Clorógenos.
Son desinfectantes caracterizados porque ceden cloro libre al
medio. Entre ellos está la lejía (hipoclorito
sódico) y las cloraminas. Entre las cloraminas existe
un desinfectante llamado halamid muy conocido y utilizado en veterinaria
y numerosos países europeos, y que es útil para la
desinfección de ambientes locales y utensilios. Sin embargo
tampoco es la panacea, sus propiedades son similares a la lejía.
La lejía es
utilizada para la desinfección de paredes, suelos, agua,
etc. actúa como oxidante aunque disminuye en presencia de
restos de materia orgánica. Es un desinfectante muy recomendable,
aunque algunos virus, micobacterias y esporas pueden ser resistentes.
Formol. Es
un potente desinfectante contra toda clase de microorganismos, incluyendo
las formas esporuladas. Tiene gran poder penetrante, pero pierde
eficacia en presencia de materia orgánica. Se presenta en
disolución al 40% de formaldehído. Es muy irritante
para las conjuntivas y hay que manejarlo con mucha precaución,
ya que sus gases son muy tóxicos y se debe salir inmediatamente
del aviario tras el comienzo de las emanaciones gaseosas.
Suele ir asociado
a permanganato de potasio, lo que aumenta su eficacia. Un ambiente
húmedo también facilita su actuación. Se debe
dejar el local completamente cerrado y sin pájaros, por supuesto,
durante varios días para que aumente su efecto. Las temperaturas
bajas disminuyen su acción. No altera el material y es un
método efectivo.
DESINSECTACIÓN
Consiste en una técnica
de saneamiento cuyo objeto es exterminar los ectoparásitos
(parásitos externos) en el medio ambiente que rodea a nuestros
canarios, y que pueden ser molestos o perjudiciales para su salud,
actuando de vectores de enfermedades infecciosas y parasitarias.
Estos tratamientos deben ser realizados periódicamente, con
una frecuencia en función de la época del año
y número de pájaros del aviario.
Los parásitos
externos actúan sobre las plumas y la piel deteriorándolas
e irritándolas.
Técnicas
de desinsectación
La desinsectación
se puede realizar por distintas técnicas:
- mecánicas.
Por medio de mosquiteras.
- físicas.
Por medio de calor.
- atrayentes. Plantas
como jazmín, dama de noche, atraerán a los mosquitos
fuera de nuestro aviario.
- químicos.
Utilizando sustancias químicas llamadas insecticidas o
acaricidas. Los insecticidas que utilicemos deben ser específicos
para pájaros, ya que si esto no ocurre, les pueden ocasionar
efectos tóxicos.
No hay que confundir
un desinfectante con un insecticida. Los insecticidas eliminan los
parásitos externos (ectoparásitos) como ácaros
e insectos, mientras que los desinfectantes destruyen los microbios.
Existen preparados comerciales con poder desinfectante e insecticida
al mismo tiempo, pero a menudo son menos eficaces que cuando están
separadas ambas acciones.
Un insecticida debe
reunir una serie de características que aumentan su eficacia:
- No ser tóxico.
Deben ser específicos para pájaros (insecticidas ornitológicos).
- Mantener su acción
en el tiempo.
- No producir resistencias
con facilidad.
- Fácil de
aplicar.
- Económico.
- No crear problemas
de contaminación ambiental.
- Activos a bajas
dosis.
Los insecticidas
se deben aplicar a una distancia de seguridad para los animales.
Tipos de insecticidas
En función
de la composición química podemos establecer distintos
tipos de insecticidas:
- Derivados de
las piretrinas. Las piretrinas se extraen de una planta llamada
pelitre, de la que existen varias especies y dan nombre a estas
sustancias. Las piretrinas constituyen el principio activo de estos
insecticidas. Son productos muy eficaces y utilizados en canaricultura.
Se suelen presentar combinados con otra sustancia, piperonil butósido
para aumentar su eficacia y prolongar su acción. Este tipo
de insecticida tiene un efecto muy rápido sobre el parásito,
actuando sobre el sistema nervioso y muscular de éste.
- Organoclorados.
Dentro de ellos está el DDT, muy utilizado hace
algunas décadas, su uso fue prohibido por su efecto tóxico
y contaminante sobre los seres vivos y los ecosistemas, ya que se
acumulan en las grasas por ser liposolubles. En este grupo también
está el lindano, aunque de menor eficacia que las
piretrinas.
- Organofosforados.
Son derivados orgánicos del fósforo. Entre ellos
se encuentra el parathion y el malathion. Deben ser
utilizados con mucha precaución en los canarios, siendo el
primero menos tóxico.
- Carbamatos.
Su efecto es más permanente en el tiempo que los dos
anteriores. Entre ellos se encuentra el carbaril.
Administración
de insecticidas
La forma de
administrar los insecticidas puede ser en:
- polvo. Se
puede utilizar directamente espolvoreando o bien diluyéndolo
en agua.
- líquido.
Se impregnan los objetos con el insecticida por medio de un
pincel o cepillo.
- spray. Se
produce la dispersión en forma de pequeñas gotitas
en el aire.
- pomada. Se
aplica directamente sobre la piel o las patas en casos de sarnas
- humo. Se
dispersa en el aire mediante humo.
- aparatos eléctricos.
Son más modernos. Utilizan lámparas con un tipo
de luz especial que atrae a los insectos y los elimina.
Los parásitos
también pueden presentar resistencia a los insecticidas.
Esta resistencia es transmisible a la descendencia, lo que hará
aumentar la dosis empleada para que siga siendo efectivo o bien
cambiar el tipo de insecticida.
© Rafael Cuevas
|