Miguel Angel Martín Espada
Presidente C.T.C. Zaragoza
(Página anterior)
- El diámetro de los bronquios.-
Los bronquios anchos determinan una pérdida de velocidad
en la expulsión del aire; por el contrario bronquios estrechos
expulsan aire a más velocidad.
- La longitud del músculo
esternotraqueal.- Cuando éste es corto imposibilita la
elongación de la traquea. Una tráquea corta o que
no se alarga con facilidad eleva el tono del sonido.
- La rigidez en las paredes de
la traquea.- Que al aumentar hace aumentar igualmente el tono
del canto.
- La posición de la laringe.-
Ya que la laringe pese a no poseer cuerdas vocales, puede obturarse
o abrirse y modificar así el tono(*8).
Ya hemos visto que
los científicos no coinciden plenamente con las observaciones
de Fratantoni, pero hemos creído conveniente citarlas para
que el lector las conozca.
Figura
4.
NUCLEOS CEREBRALES QUE INTERVIENEN EN LA FUNCION CANORA Fuente:
Jarvis y Nottebohm, " Motor - driven gene expresión", 1997 The National
Academy of Sciences of the USA: www.pnas.org
El complejo mecanismo
canoro que acabamos de describir es controlado por el sistema
nervioso central -vid. flechas negras figura 4.a)-, destacando
dos núcleos cerebrales principales ubicados en el telencéfalo:
el centro vocal superior (CVS, cuyas
siglas en inglés son HVC) y el robustus
archistrialis (RA); que a través de la red neuronal,
nervio craneal XII o gran hipogloso, situado en el bulbo raquídeo,
y de los nervios hipoglosos (también llamados traqueosiringeales),
envían su información a los músculos que permiten
la producción del sonido en la siringe. Junto a estos núcleos
cerebrales encontramos otros, conectados de una u otra forma con
uno o con ambos de los principales. Destacan entre éstos
el nucleus magnocellularis medio (MMAN) y el nucleus
magnocellularis lateral (LMAN), ubicados también
en el telencéfalo y conectados neuronalmente con el CVS,
el primero, y con el RA, el segundo; el LMAN
juega un papel importante en el aprendizaje del canto y su desarrollo
motor. Otros núcleos cerebrales de importancia en el canto
son el nucleus intercollicularis (ICO),
ubicado en el mesoencéfalo, conectado con el
RA y el nervio craneal XII; el nucleus interfacial
(NIF), conectado al CVS; el UVA,
conectado con el CVS; y el área cerebral
X, conectada con el CVS. La proximidad de
alguno de estos núcleos con los centros auditivos del cerebro
se relaciona por los estudiosos con la capacidad de memorización
y aprendizaje de los pájaros y el posterior desarrollo motor
de lo memorizado -figura 4.b)-. De hecho, recientes estudios proponen
un doble mecanismo en la memorización de las canciones: el
primero consiste en la memorización basada en la expresión
motora del canto (o, lo que es lo mismo, memorización del
canto a través de su ensayo y desarrollo vocal, manifestado
a través de la canción plástica o repaso);
el segundo se basa en el almacenamiento en la memoria de los cantos
escuchados por los canarios. Ambos mecanismos se interrelacionan,
puesto que un joven canario privado del sentido del oído
es incapaz de desarrollar una canción normal, lo que demuestra
que el pájaro tiene que poder oír sus propias vocalizaciones
para memorizarlas adecuadamente y componer con las mismas su canto.
Los científicos,
entre los que destaca Fernando Nottebohm (al que debemos
la mayor parte de los estudios sobre el control neurológico
en el canto del canario), han demostrado un claro diformismo sexual
en el tamaño de estos núcleos cerebrales, especialmente
del CVS y del RA. El volumen del CVS
y del RA es muchísimo mayor en los machos que
en las hembras. También se ha puesto de manifiesto que el
tamaño de estos núcleos está directamente relacionado
con el nivel de hormonas en la sangre, concretamente de la hormona
masculina: la testosterona; a mayor tasa hormonal, mayor es el volumen
de estos dos núcleos cerebrales (*9). También se ha
relacionado el tamaño de estos núcleos cerebrales
con la mayor o menor complejidad, variedad y duración del
canto: a mayor volumen mayor capacidad canora. Si bien el hecho
de que un canario posea un CVS y un RA
muy voluminosos no implica necesariamente una mayor riqueza canora,
tan solo pone de manifiesto unas facultades que el canario puede
no desarrollar (*10).
Volviendo a los
nervios hipoglosos, que, como hemos visto, son los encargados de
transmitir la información generada en el cerebro a la siringe,
decir que el hipogloso derecho controla la parte derecha de la siringe
y el hipogloso izquierdo la parte siniestra. Esto explica para los
científicos el funcionamiento independiente de cada uno de
los lados de la siringe, con todo lo que ello supone.
Sea como fuere,
los científicos han demostrado que la intervención
en la función canora de cada uno de los lados de la siringe
es desigual, siendo sobre el lado izquierdo sobre el que recae el
mayor peso en la producción sonora en el caso del canario
y la mayoría de paseriformes (control vocal lateralizado
con dominancia del lado izquierdo).
Los estudios realizados
demuestran que si se secciona el nervio hipogloso derecho sólo
se pierden algunos elementos de la canción, que son sustituidos
por ruidos o por silencios; por el contrario, si se secciona el
nervio izquierdo desaparecen la mayoría de los motivos de
la canción. Los efectos de la sección del hipogloso
izquierdo varían según la fase del desarrollo del
canto en que nos encontremos:
- Subcanción:
Tras un breve lapso de tiempo, el joven pajarillo retoma sus emisiones
sonoras con normalidad, el ave suple la pérdida funcional
del nervio izquierdo con el derecho. El nervio izquierdo no se
regenera, aunque hay excepciones que confirman la regla y, afortunadamente
para nosotros, una de ellas es el canario. Si se secciona el nervio
izquierdo entre el decimotercer y el vigesimoséptimo día
de vida, el nervio se regenera y ambos lados de la siringe comparten
la producción sonora (habrá sonidos emitidos por
la parte derecha, sonidos producidos por la parte izquierda y
otros, un tercio aproximadamente, en cuya producción intervienen
ambas mitades).
- Canción plástica:
El pájaro permanece de por vida en esta fase del canto,
sin llegar a cristalizar un canto de adulto estereotipado. El
canario vuelve a ser una excepción, puesto que es capaz
de sustituir la pérdida del lado izquierdo con el derecho
y llegar a cerrar canto como un adulto cualquiera.
- Canción estable:
Los sonidos producidos por la mitad izquierda son sustituidos
en el canto por silencios o ruidos.
En la búsqueda
de los poseedores de las mejores voces y aptitud canora, los criadores
de canarios hemos seleccionado la morfología de nuestros
canarios buscando unas características presentes y observables
empíricamente en la mayoría de los cantores de calidad:
- Cabeza grande.
- Amplitud torácica.
- Tamaño o volumen medio.
- Posición de canto horizontal
(*11).
Las tres primeras
características morfológicas parece, a la vista de
los estudios citados, que podrían ser tomadas como indicios
de una mayor capacidad cerebral, un sistema respiratorio más
desarrollado y cantos de tonalidades medias, más musicales,
ni muy agudos ni muy graves (*12).
1.2.3. Conclusiones.
1ª) Debemos buscar
la perfección de las voces de nuestros canarios. El timbre
de voz debe ser rico y acorde con las características del
tipo de giros que pretendamos desarrollar en el repertorio de nuestros
canarios. Debe poseer, y poder desarrollar, un registro tonal cuanto
más amplio mejor. Además, debe poder desarrollar el
canto con la intensidad apropiada en cada momento de la canción,
con facultades para modularla y otorgar al canto los más
delicados matices musicales. Los sonidos emitidos por nuestros canarios
deben ser limpios y nítidos, con una excelente dicción
(deben predominar los sonidos vocálicos, más musicales
que los consonánticos) y con la duración justa para
poder ser apreciados sin causar monotonía en el oyente.
2ª) Trataremos de
conseguir ejemplares cuyo canto se aproxime lo máximo posible
a nuestra planilla ideal. Para conseguirlo, debemos trabajar el
patrón innato de canto de nuestros canarios mediante
el desarrollo de la predisposición a la emisión de
cantos basados en giros de ritmo no continuo, principalmente en
los discontinuos; pues el predominio en la canción de los
giros de ritmo semicontinuo conferiría al canto una sensación
de precipitación que redundaría en una clara pérdida
de musicalidad.
1.3.- Método
de selección. Selección integral de reproductores.
Existen diferentes
métodos de selección que el criador utiliza según
los objetivos a cumplir. En el presente trabajo nos vamos a decantar
por un método de selección integral, que aúna
la selección fenotípica, la funcional y la genética.
Si bien es cierto
que nuestro objetivo primordial es el canto y, por añadidura,
un determinado tipo morfológico que favorece la aptitud canora,
también son de suma importancia la selección genética
en la creación de una buena línea de cantores y la
selección funcional, puesto que sin unas buenas condiciones
orgánicas, sanitarias y de vitalidad no es posible un desarrollo
satisfactorio del canto.
Por selección
fenotípica entenderemos aquella selección realizada
en función de los caracteres perceptibles por nuestros sentidos
(*13) y cuyo patrón ideal representan los objetivos que ya
hemos visto (*14, 15).
Por selección
funcional, se entiende la realizada buscando un correcto funcionamiento
orgánico y fisiológico, así como un estado
sanitario perfecto en nuestros ejemplares. Estas características
nos facilitan la cría, puesto que el valor como reproductores
de los ejemplares se mide en la valoración funcional. A modo
de ejemplo citaremos algunos de los parámetros que se utilizan
para medir el valor funcional de los reproductores en atención
a sus características individuales y familiares: caracteres
de los recién nacidos e índice de supervivencia; crecimiento,
desarrollo, salto del nido y edad de separación de los padres;
vitalidad; resistencia a las enfermedades; comportamiento reproductor,
fertilidad, etc. Las fichas de cría facilitan la valoración
funcional, cuantos más datos recojan mayor será su
utilidad (*16).
Por último,
llamamos selección genética a la realizada
en función de la valoración fenotípica y funcional
de los ascendientes de los ejemplares objeto de estudio y, por añadidura,
en caso de que se trate de ejemplares adultos, de la descendencia
(el denominado test de la progenie). También se pueden valoran
las características fenotípicas y funcionales de otros
ejemplares emparentados y su descendencia (hermanos, primos, sobrinos,
etc.). Tampoco podemos olvidar el análisis del grado de consanguinidad,
distinguiendo, aunque la realidad es más compleja, entre
consanguinidad estrecha (entre parientes de 1º y 2º grado), media
(entre parientes de 3º y 4º grado) o lejana (de 5º grado en adelante)
(*17). No confundamos el grado de parentesco con la tasa o índice
de consanguinidad, esta última se halla mediante complicadas
fórmulas matemáticas, difíciles de aplicar
en nuestro caso por la complejidad de los cruces consanguíneos
que solemos realizar.
El instrumento
más adecuado para realizar la valoración genética
de un ejemplar, de una familia o de una línea de canto consanguínea
es su pedigrí (*18). Al igual que con la ficha de cría,
cuantos más datos contenga más útil será,
en caso contrario tan solo será una relación de números
útiles para el criador que lo confecciona pero carentes de
sentido en la mayor parte de los casos para los demás.
El peso de uno
u otro tipo de selección dentro del método integral
por el que nos hemos decantado dependerá muchas veces de
aquellos aspectos a mejorar en nuestros canarios. Por ejemplo, cuando
en nuestro criadero empecemos a tener problemas graves durante la
cría, debido a la merma en la capacidad reproductora ocasionada
por la selección fenotípica y genética en detrimento
de la funcional, tendremos, so pena de perder todo lo conseguido
a lo largo de muchas temporadas, que potenciar durante unos años
la selección funcional de los ejemplares con mayor aptitud
reproductora.
En ocasiones,
ante ejemplares de canto insatisfactorio y con la finalidad de no
perder el aporte genético de una línea que nos ha
demostrado de forma sobresaliente su valor canoro, haremos primar
la valoración genética sobre la fenotípica.
1.4.- Selección
de machos.
La selección
de los machos debe realizarse, aplicando lo que ya hemos visto,
en función de los siguientes parámetros:
1º) Ausencia
de educación del canto con maestros o medios electrónicos.
2º) La perfección
de la voz, a la que es inherente un timbre o color
y un registro tonal determinados, como manifestación de un
aparato de canto idóneo y de un buen estado de salud.
3º) El dominio
de las facultades vocales, puesto de manifiesto a través
del correcto control del tono e intensidad del canto y de una buena
dicción.
4º) La aptitud
o talento musical, manifestada a través de la emisión
pausada, rítmica y melódica, así como de la
riqueza en las modulaciones de tono e intensidad del canto y de
los diferentes giros o variaciones que, con una duración
adecuada, conforman la canción o canciones del canario.
5º) La emisión
de un repertorio variado, basado en los giros de ritmo no continuo,
con base en los discontinuos de texto fonético ilimitado
(floreos, floreos lentos y variaciones conjuntas) y con el complemento
de otros giros de ritmo no continuo como los cloqueos y una pincelada
mínima de giros de timbre acuoso (preferiblemente agua lenta
y con semiligada en variación conjunta con cloqueos) (*19).
6º) La ausencia en
el repertorio de giros negativos (rascada, estridencias y nasalidad);
degenerativos (aquellos que en su texto fonético predominan
fonemas propensos a la rascada, estridencia o nasalidad, tales como
las consonantes Ch, R y G; y las vocales E,
I y A, cuando no van acompañadas de otros fonemas
que suavicen su sonido); y de giros de ritmo continuo (*20) (o cuando
menos que no formen parte básica en la estructura de la canción
ni sirvan como giros de apoyo (*21); cuando un ejemplar emite un
giro de ritmo continuo de duración corta, al inicio o al
final de la canción, o como arrastre sostenido de un floreo
o variación conjunta acabado en R, sin menoscabo de
los giros de ritmo discontinuo, podemos tolerarlo, si bien si en
la descendencia de ese ejemplar aumenta la presencia cuantitativa
de giros de ritmo continuo habremos de retirarlos de la cría,
puesto que nos hallamos ante una desviación del tipo de canto
que pretendemos obtener). Es preferible como reproductor un ejemplar
de repertorio de canto repetitivo y poco variado, carente de defectos,
que otro de repertorio rico y variado pero con defectos.
7º) Papel o rol
jerárquico desempeñado en el voladero (ejemplar dominante
o no dominante) (*22).
8º) Un tipo morfológico
adecuado (cabeza grande, amplitud torácica, espalda ancha,
tamaño medio, patas cortas, plumaje liso, compacto y de color
brillante...) y una postura de canto adecuada (horizontal). Según
Giorgio de Baseggio, el macho transmite a su descendencia,
en nueve de cada diez casos, las siguientes características:
- Talla (grande, mediana o pequeña).
- Color y calidad del plumaje.
- Porte (posición en la que
el ejemplar exhibe la belleza armónica de su tipo morfológico
en la jaula).
9º) Aunque implícito
en los puntos anteriores, estado funcional y sanitario perfecto.
10º) Una ficha
de cría y de pedigrí que avalen la presencia de todas
las características fenotípicas, genéticas
y funcionales expuestas en los apartados anteriores en los progenitores,
descendientes (si es un ejemplar adulto) y demás miembros
de la familia, como garantía de su heredabilidad y paso a
las siguientes generaciones.
El conocimiento
de todos estos parámetros sólo será posible
en el supuesto de que los ejemplares a seleccionar sean de nuestro
criadero o del de algún amigo canaricultor de plena confianza.
En el resto de los casos deberemos confiar en la buena fe y transparencia
del criador del que pretendamos adquirir los ejemplares.
Al elegir un
macho de otro criadero tan importante es la correcta audición
y análisis del canto como el conocimiento de los factores
ambientales que lo han rodeado desde su nacimiento hasta su madurez
(ausencia de maestros, audición de los otros ejemplares del
criador, conocimientos del criador, locales, alimentación,
etc.) y, por supuesto, de las ficha de cría y pedigrí
(con examen, si es posible, del canto y del fenotipo de los ejemplares
(*23) que en el mismo aparecen).
No seleccionemos
nunca como reproductor un macho del que no tengamos plenas garantías
de su valor genético, por muy bueno que sea su canto. Tengamos
presente que si ha sido educado con maestros no tendremos ninguna
garantía del tipo de canto al que está predispuesto
(hay líneas seleccionadas específicamente por su capacidad
de copia y a las que se puede educar con ejemplares de una u otra
línea de canto, sin ningún tipo de problema derivado
de la especialización canora operada en las líneas
seleccionadas por el innatismo de su canto (*24)).
1.5.- Selección
de hembras.
La selección
de las hembras resulta más compleja y difícil que
la de los machos por una razón obvia: el macho canta y podemos
apreciar su mayor o menor aptitud canora, pero la hembra no. Veamos
los parámetros de selección, en muchos casos idénticos
a los vistos para los machos.
1º) Ausencia,
en el criadero, de educación del canto con maestros o medios
electrónicos.
2º) Selección
de las hembras en función de los machos seleccionados, dos
por cada macho (es recomendable que el principiante adquiera del
mismo criador los machos y las hembras y que se deje aconsejar (*25)).
3º) La hembras deben
ser de la misma línea o dirección de canto que los
machos con los que vayan a ser cruzadas. Al valorar la
compatibilidad canora del macho y de la hembra tendremos en cuenta
las similitudes del aparato de fonación, que determina la
voz, o timbre de voz, por un lado, y del patrón innato
de canto, que determina el tipo de giros que el canario
está predispuesto a emitir, por otro. Para estudiar la compatibilidad
de voces en el caso de la hembra, observaremos en primer lugar las
voces de sus hermanos. Para estudiar la compatibilidad de su patrón
innato de canto analizaremos y valoraremos el canto de su
padre y hermanos o hermanastros de padre, teniendo en cuenta lo
visto en los parámetros 2º a 7º del punto anterior (*26).
4º) Valoración
de la calidad y complejidad de las llamadas u otras manifestaciones
sonoras, como indicativas de las cualidades del aparato fonador.
5º) Un tipo morfológico
adecuado (cabeza grande, amplitud torácica, espalda ancha,
tamaño medio, patas cortas, plumaje liso, compacto y color
brillante...). Utilizaremos a las hembras para corregir las carencias
morfológicas que los machos muestren y como forma de suplir
la selección fenotípica canora realizada en éstos,
en detrimento de la selección fenotípica morfológica.
Según Giorgio de Baseggio, la hembra transmite a su
descendencia, en nueve de cada diez casos, las siguientes características:
- Tipo.
- Cabeza.
- Forma.
- Constitución Física.
6º) Estado funcional
y sanitario perfecto. Desde el punto de vista de la valoración
funcional es de capital importancia conocer las cualidades reproductoras
de las hembras de la línea o de la familia, pues si son malas
criadoras nos ahorraremos sufrimientos innecesarios haciéndonos
con un buen número de nodrizas.
7º) Una ficha
de cría y de pedigrí que avalen la presencia de todas
las características fenotípicas, genéticas
y funcionales expuestas en los apartados anteriores en los progenitores,
descendientes (si es un ejemplar adulto) y demás miembros
de la familia, como garantía de su heredabilidad y paso a
las siguientes generaciones.
Valgan también
las consideraciones expuestas en el punto anterior al hablar de
la diferencia entre la selección de ejemplares propios y
ajenos, así como las precauciones a tomar en este último
caso.
1.6.- Selección
de nodrizas.
Como veremos en su
momento, lo más adecuado en Canaricultura de Canto es dejar
que la hembra cebe sola a los pichones (con lo que evitamos riesgos
de copia). Esta práctica exige un sobreesfuerzo a la hembra
y determina que el criador deba asegurarse de poseer hembras capaces
de llevar a buen puerto la cría.
Para terminar este
capítulo haremos referencia a la selección de nodrizas,
punto imprescindible en la agenda de todo criador de canarios de
alta selección que se precie de serlo.
Tres son los motivos
que justifican esta afirmación:
1º) Las hembras
que no ceban pueden hacer más puestas (aunque no es recomendable
que hagan más de cuatro y descansando entre ellas un mínimo
de dos semanas) y alargar su vida reproductora (*27).
2º) La selección
fenotípica y genética suelen propiciar el olvido de
la selección funcional, con la consiguiente merma de la capacidad
reproductora de nuestros canarios.
3º) Cuando se
posee una línea de canarios de alta calidad no podemos dejar
que el éxito en la cría dependa únicamente
de las hembras seleccionadas y resignarnos a no obtener descendencia
de aquellas que no son capaces de sacar adelante a su prole.
Si no poseemos
un tronco familiar cuyas hembras destaquen por sus cualidades reproductoras
y en el que poder seleccionar hembras que hagan las funciones de
nodrizas, deberemos hacernos con hembras que nos aporten mayores
garantías que las nuestras.
Cuanto más
seleccionada esté nuestra línea y mayor sea la tasa
de consanguinidad más indispensables se hacen las nodrizas.
Crea el lector que su número nunca es suficiente, pues por
muchas que tengamos, a lo largo de la temporada de cría,
seguro que desearíamos tener más, pues siempre falla
alguna hembra que no esperamos que lo haga (que una hembra críe
bien un año no quiere decir que lo haga el siguiente, de
hecho una hembra que haya sacado adelante 7 ú 8 pájaros,
si no recibe las atenciones adecuadas durante la muda y el invierno,
seguro que no nos sacará un sólo pájaro la
temporada siguiente).
ANEXO.
FICHA DE CRIA Y FICHA DE PEDIGRÍ
(Página anterior)
Notas:
8 Fratantoni
cita también el papel de los impulsos de naturaleza neurohormonal,
de los que nos ocuparemos más adelante.
9 En los
primeros días de vida el volumen del CVS y
del RA es pequeño, sin que haya diferencias
significativas entre machos y hembras. Con el paso de los días
y a medida que aumenta el nivel de testosterona en la sangre, el
volumen de estos núcleos en el cerebro de los machos va aumentando,
al mismo tiempo que evolucionan las manifestaciones sonoras (reclamos,
subcanción y de ésta a la canción
plástica). Con el inicio de la muda del plumaje, el
crecimiento de los núcleos se frena, coincidiendo con una
bajada en el nivel hormonal en la sangre. Finalizada la muda el
crecimiento continúa hasta llegar un momento en el que se
estabiliza coincidiendo con la madurez del canto o canción
estable. Cada año, ya adultos, el proceso se repite con
la muda: baja el nivel de testosterona en la sangre, disminuye el
volumen del CVS y del RA y el canto
del canario se vuelve sumir en la fase de canción plástica
. Hasta que no finaliza la muda y el nivel de testosterona vuelve
a subir, junto con el volumen de los núcleos cerebrales,
el canario no vuelve a tener una canción estable. Este es
el motivo de que los machos adultos copien e incluso sustituyan
completamente su canto durante la muda. La importancia de las hormonas
en el canto es tal que mediante la inyección de testosterona
en hembras se ha conseguido provocar en éstas la emisión
de cantos netamente masculinos.
10 Imaginemos
un canario que ha copiado de otro un canto simple y monótono,
a pesar de tener facultades para haber podido desarrollar un repertorio
rico y variado.
11 Los
canarios que cantan en posición vertical suelen emitir sus
canciones de forma más chillona y precipitada. Por este motivo
se recomienda subir los palos de las jaulas de concurso, para corregir
posiciones de canto inadecuadas.
12 Los
científicos han puesto de manifiesto la relación entre
el tamaño del ave y las tonalidades de su canto. Cuanto mayor
es el tamaño de un ave más graves suelen ser la tonalidades
de su canto.
13 De
esta forma incluimos en el fenotipo tanto los caracteres visuales
como el canto.
14 Recordemos
que el fenotipo es el resultado de la acción sobre el genotipo
de los factores ambientales, en sentido amplio.
fenotipo = genotipo
+ medio ambiente
Otra forma de expresar
lo anteriormente dicho se refleja en el triángulo de Walter,
en el que se representa al individuo como un triángulo equilátero
cuya base es el patrimonio hereditario y cuyos lados son la alimentación
y el ambiente respectivamente (nosotros incluimos la alimentación
entre los factores ambientales).
15 La
planilla de enjuiciamiento de un ejemplar, al contrario de lo que
ocurre en otras especialidades, tiene un valor relativo, ya que
refleja la valoración del canto emitido durante los quince
ó veinte minutos que dura el enjuiciamiento; un canario no
canta dos veces exactamente igual y su calidad, aunque no variase
el repertorio, no es constante. Hemos de ser conscientes de que
el periodo álgido, cualitativamente, del canto es proporcionalmente
muy corto dentro del ciclo canoro (desarrollo, madurez y declive)
y que muchos ejemplares no llegan a los concursos en el momento
óptimo de su canto (por inmadurez o por celo). La duración
del período de plenitud canora será uno de los parámetros
que deberemos trabajar. A pesar de lo dicho, para un principiante
la planilla de enjuiciamiento emitida por un juez de reconocida
solvencia técnica puede ser un instrumento útil para
suplir sus carencias respecto al canto de la raza, más por
saber en qué giros basa su canto el canario que por los puntos
que pueda tener.
16 Véase
ejemplo de ficha de cría en el ANEXO.
17 Distinguimos
parentesco en línea recta (el existente entre individuos
que descienden unos de otros: bisabuelos, abuelos, padres, hijos...)
y parentesco colateral (el de individuos que no descienden unos
de otros pero que proceden de un tronco común: tíos,
primos...). Para medir el grado de parentesco lineal de un ejemplar
con otro, se cuenta, excluyendo la del ejemplar del que partimos,
el nº de generaciones que hay hasta el ascendiente o descendiente
que nos interesa y, en caso de parentesco colateral, se cuenta hasta
el ascendiente común más próximo y después
se sigue contando hasta llegar al segundo ejemplar, el número
resultante será el grado de parentesco. Veamos un ejemplo
práctico:
2º
|
`A X aB
|
`C X aD
|
1º
|
`E X aF
|
|
`Z
|
Siendo Z el ejemplar
objeto de estudio, E y F, sus padres, tendrán un grado de
parentesco lineal de 1º grado, mientras que A, B, C y D, los abuelos,
lo tendrán de 2º grado.
Veamos ahora
otro árbol genealógico:
2º
|
`A X aG
|
`H X aI
|
1º
|
`J X aK
|
|
aY
|
¿Existe parentesco
entre Z e Y y, en caso de que lo haya, en qué grado? Bien,
a la vista de los pedigrís resulta que ambos tienen un ascendiente
común, el macho A, abuelo común (son, por tanto, primos
hermanos, ya que sus respectivos padres eran hermanastros por parte
de padre). Siguiendo las reglas expuestas vemos que de Z a A hay
dos grados y de A a Y otros dos, por tanto entre Z e Y existe un
parentesco colateral de cuarto grado.
18
Ver Ficha de pedigrí de cuatro generaciones en el anexo.
Después de haber utilizado fichas de cinco y seis generaciones,
hemos llegado a la conclusión de que las fichas más
prácticas son las de cuatro generaciones; puesto que a partir
de la quinta generación el porcentaje estadístico
de los genes de cada uno de los ejemplares que la forman se reduce
al mínimo:
- 1ª Generación: padres,
50% (1/2).
- 2ª Generación: abuelos,
25% (1/4).
- 3ª Generación, bisabuelos,
12,5% (1/8).
- 4ª Generación: Tatarabuelos,
6,25% (1/16).
- 5ª Generación: 3,125% (1/32).
Por ese motivo cuando
un ejemplar mestizo, producto del cruce entre dos razas diferentes,
se retrocruza con ejemplares de una de las dos razas parentales
durante otras tres generaciones es considerado, en principio, ejemplar
puro, ya que el porcentaje de genes de la raza en cuestión
en la cuarta generación es de un 93, 75%.
- G1. A X
B = C (50% A / 50%B).
- G2. C X A= D (75%
A / 25% B).
- G3. D x A= E (87,
5% A / 12,5% B).
- G4.
E X A= A (93, 75% A / 6,25%B).
19 Véase
nuestra planilla ideal.
20 La
no presencia de giros de ritmo continuo en el canto de nuestros
canarios no es caprichosa; ya vimos la incompatibilidad entre los
ritmos continuos y los discontinuos. El cultivo, desarrollo y perfeccionamiento
cualitativo y cuantitativo de los giros de ritmo discontinuo implica
la eliminación progresiva de todo vestigio de ritmos continuos
en el canto de nuestros canarios.
21 Los
giros de ritmo continuo que afloran en el canto de nuestros canarios
al final de la fase de repaso o de maduración del canto (en
el mes de octubre y principios de noviembre) son perdonables, pero
aquellos ejemplares que emiten desde los inicios de su repaso, a
partir de los dos meses de edad, sonidos de ritmo continuo demuestran
una predisposición genética para la emisión
de los mismos y no deben ser utilizados como reproductores, salvo
causas de fuerza mayor.
22 Como
veremos en su momento, el papel desempeñado por un canario
en la escala jerárquica del voladero es muy importante, ya
que si éste era el o uno de los ejemplares dominantes su
repaso habrá sido tomado como referencia por los machos jerárquicamente
inferiores; con lo que las garantías de heredabilidad de
la predisposición a la emisión del tipo de canto que
presenta es mayor que en el caso de sus hermanos o compañeros
de voladero que, como vulgarmente se dice, han ido a rueda
y han aportado menos información al desarrollo del canto
del voladero. Por eso es importante saber qué machos llevan
la pauta en cada voladero, puesto que, aunque luego su canto sea
de inferior calidad al de sus hermanos, sabremos en qué ejemplar
se ha manifestado de forma más acusada la predisposición
genética a su emisión y, por consiguiente, su posible
mayor valor genético.
23 De
todos es conocido que la ausencia de sitio hace que no podamos cuidar
el canto de nuestros ejemplares adultos. En ocasiones tenemos que
pedir a familiares u amigos que nos guarden los adultos, aún
sabiendo que éstos tienen canarios de canto tipo balconero,
que sin duda hará mella en el de los nuestros cuando emprendan
la muda. Con todo, el que tuvo retuvo y siempre se puede sacar algún
tipo de información útil del canto de los adultos
por muy degenerado que esté y por poco que se parezca al
que lo hicieron merecedor de nuestra confianza.
24 Cuando
a ejemplares de una línea de canto determinada se les educa
con un maestro de otra éstos no llegan a asimilar de forma
correcta el canto del maestro, ya que sus aparatos de canto y sus
patrones innatos de canto no están seleccionados en la misma
dirección de canto que el maestro.
25 Un
consejo: ¡No empezar con más de dos machos y cuatro hembras!.
26 Si
bien el canto está determinado por el sexo (en base a las
secreciones hormonales), partimos de la hipótesis, como tal
rebatible, de que los genes que rigen el patrón innato
de canto van ligados al sexo (al cromosoma Z), por tanto
la hembra aportaría a sus hijos la información contenida
en el cromosoma sexual masculino heredado de su padre. No obstante,
el canto es un carácter de Genética Cuantitativa
en cuya manifestación intervienen multitud de genes, muchos
de los cuales no relacionados directamente con la función
canora (como los que determinan los diferentes caracteres morfológicos
que hemos visto que influyen de una u otra forma en la emisión
sonora).
27 Una
hembra que ceba suele tener una vida reproductora de tres ó,
en el mejor de los casos, cuatro años. Las hembras que no
ceban, si son bien atendidas, podemos utilizarlas cinco ó
seis años (he llegado a ver obtener pájaros de hembras
de nueve años).
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© Miguel
Angel Martín Espada
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