El Reglamento del Timbrado, comentado
Por Antonio Drove Aza
Revista Pájaros nº 26 de 1963
(Continuación.)
Al hablar en el número anterior del concepto
de "sonido ininterrumpido o continuo" aplicado a la estructura de
modulación de las Ruladas, comprobamos que la denominación
de RULO se utiliza tanto si el ritmo del batido silábico
es relativamente lento como si es acelerado. Por tanto, si en canaricultura
Roller se aceptan amplios conceptos de ritmo y de pureza de dicción,
parece sensato que unas notas básicas del Timbrado perfectamente
definidas por su ritmo, por su modulación y por sus tonalidades,
deban interpretarse como lo que verdaderamente son, y nopara
diferenciarlas, aparentemente, de las básicas del Rollercomo
se las ha denominado incorrectamente al establecer el Reglamento,
por cuanto los verdaderos Timbres, técnica e internacionalmente,
no son producto de modulaciones guturales, sino labiales; y su ritmo
de emisión es lento, tanto, como para que puedan apreciarse
perfectamente los espacios de silencio intersilábicos, ya
que su ritmo no alcanza a las 15 emisiones por segundo (de 4 a 7,
normalmente); y, por tanto, no pueden causar sensación de
continuidad, como dice el Reglamento, precisamente, por no existir
batido entre ellas.
Esta errónea denominación de Timbres
como notas del canario, fue, sin duda adaptada al canto Timbrado
para establecer una completa semejanza onomatopéyica con
el sonido peculiar de los timbres eléctricos, ignorando
tal vez que las características que definen, a las notas
de los pájaros es la estructura de su modulación,
y no, que por denominarlas de otra forma distinta de la adoptada
internacionalmente, puedan creérselas distintas si la modulación
efectuada por los canarios es idéntica.
Así pues, porque el Reglamento denomine
Timbres a las notas que dice ser básicas del canto Timbrado
no debe creerse que tales notas son diferentes de los Rulos, por
cuanto en ambas la estructura de modulación es idéntica;
y, por lo tanto, esta denominación de Timbres es técnicamente
incorrecta por haber sido aplicada para definir a notas batidas
continuadas, cuando, por el contrario, los verdaderos Timbres definen
internacionalmente a las notas intermitentes sin batido silábico
alguno como efectivamente son Timbres los llamados Cascabeleos del
Reglamento.
Aclaremos estos conceptos con ejemplos prácticos
obtenidos por la utilización de un timbre eléctrico
de campanilla, en el cual percibiremos su sonido peculiar cuando
está conectado a la red de alimentación, pero que,
en cambio, será preciso hacer las percusiones a mano cuando
necesitemos producir sonidos regularmente interrumpidos si el ritmo
es lento.
Si las percusiones son efectuadas por nosotros
con ritmo lento (inferiores a 15 golpes por segundo) percibiremos
unos sonidos tintineantes, intermitentes, sin ligazón alguna
entre sí. Por el contrario, si la ligazón es rápida
(conectado el timbre a la red el ritmo del golpeteo es del orden
de 25 percusiones por segundo), apreciaremos un sonido continuado
como consecuencia del fenómeno de persistencia sensorial,
del que hablamos en el capítulo anterior.
En el primer caso, las percusiones de ritmo lento
del martíllete sobre la campanilla producirán unos
sonidos tintineantes bien definidos: lin-lin-lin-lin... En el segundo
caso, percibiremos un continuado ririririririring... Observemos
cómo, por consecuencia del cambio de ritmo, se modifica la
estructura y cómo cambia la representación fonética
de la onomatopeya de ambos sonidos: La l de los tintineos
se transforma en r en los sonidos continuados.
Esta r intersilábica es la que determina
el carácter de sonido batido o redoblado a consecuencia del
choque entre sonidos rápida y sucesivamente producidos en
la campanilla del timbre eléctrico, dando lugar a la percepción
de un sonido especial continuado en nuestra conciencia.
Pues bien, en canaricultura, a los sonidos intermitentes
de tonalidad aguda o metálica como son los tintineos obtenidos
por percusión lenta sobre la campanilla del timbre eléctrico
y aplicando la onomatopeya de este sonido tintineante al canto de
los canarios de cualquier raza e incluso al de pájaros silvestres,
diremos que cantan notas internacionalmente llamadas Timbres cuando
emiten sonidos tintineantes diversos, que serán tanto más
meritorios y agradables cuanto más suavemente son modulados
por los pájaros (percusión suave en la campanilla
del timbre eléctrico). La modulación utilizada por
los pájaros para emitir estas notas intermitentes no puede
ser otra que la lingual para ritmos lentos de emisión silábica:
lin-lin-lin-lin... o li-li-li-li... rememorando el dulce y pulcro
sonido de un pequeño cascabel.
Por el contrario, si los mismos pájaros
en vez de producir sonidos interrumpidos de tipo tintineante lo
hacen con sonidos continuados como consecuencia de una mayor rapidez
de modulación (rápido golpeteo en la campanilla del
timbre eléctrico), observaremos que el sonido así
modulado cambia de estructura percibiéndose un continuado
ririririririririri... a cuya nota resultante continuaremos llamándole
Timbre por su tono metálico o agudo, pero por ser sonido
continuado y batido por sucesivos choques (aparece entonces la r
del batido silábico) tomará otra denominación
compuesta llamada internacionalmente timbre RULADO, cuya modulación
no puede ser otra en los pájaros que la de tipo gutural para
imitar sonidos de percusión rápida.
Volvamos con las prácticas del timbre eléctrico:
Si la campanilla metálica de éste, es sustituida por
otra de otro material adecuado: madera, cartón, corcho, etc.,
o se ingenia algún dispositivo automático que sustituya
al electromagnético del timbre eléctrico para producir
el movimiento regular de repique del martillete, tal como el Redoblador
explicado en el capítulo IX de la "Iniciación al canto
clásico Roller" del número 15 de esta Revista, la
tonalidad pasará de la metálica inicial producida
por la resonancia de la campanilla metálica, a la más
grave y profunda obtenida con el Redoblador, pudiéndose obtener
tonalidades intermedias con sólo reducir la superficie resonante.
En estas condiciones y aplicando la onomatopeya del sonido y tono
obtenido al canto de los canarios, diremos que ejecutan Timbres
intermedios y Timbres profundos cuando el ritmo de las modulaciones
(percusiones de los aparatos eléctricos o mecánicos)
es lento, por lo que percibiremos sonidos intermitentes bien claros:
lü-lü-lü-lü... lo-lo-lo-lo-lo... o lu-lu-lu-lu-lu-lu...
Como comprobamos, la estructura de esta modulación es exacta
a la de los tintineos metálicos ya conocidos, variando únicamente
en la tonalidad, motivo por el cual se determinan internacionalmente
con nombres bien específicos: Timbres intermedios (de
tonalidad intermedia) y Timbres profundos (de tonalidad profunda).
Si por el contrario, el ritmo de las percusiones
en los aparatos o en la modulación del sonido en la laringe
de los canarios es rápido, el sonido percibido producirá
sensación de continuidad por el batido o choque silábico,
y por tal motivo al no ser sonidos intermitentes, ya dejan de denominarse
Timbres para aplicarse la denominación internacional de Rulos
sencillos de tonalidad intermedia y Rulos dobles de tonalidad profunda,
diferenciándose éstos de aquéllos en dos características
que deben estar bien acusadas para que existan contrastes entre
ambas notas: mayor energía en las percusiones (modulación
gutural más marcada en los Rulos dobles) reconocibles al
oído por una mayor dureza de la r del batido, y por
una mayor profundidad de entonación también en los
Rulos dobles; precisamente tal y como los define el Reglamento al
denominar Timbre profundo y Timbre intermedio en cuanto a tonalidades,
y por una mayor dureza de modulación al establecer una r
doble y una r sencilla en los respectivos textos fonéticos
de los dos "Timbres" del Timbrado Español.
Se comprenderá que vale la pena el ejercitarse
en la práctica de estos ensayos para llegar a comprender
todo cuanto pretendo inculcar, modestamente, en bien de los aficionados
y muy en particular en los cultivadores del Timbrado, los cuales
inicialmente aceptaron los conceptos equivocados sobre el canto
del País, que es preciso desechar si queremos llamarnos canaricultores.
Cuando se asimile la exactitud de los conceptos técnicos
se darán perfecta cuenta de los graves errores del Reglamento;
por cuanto éste no define técnicamente al canto puro
del País, sino al mixtificado; ni por otra parte la denominación
de Timbrado es correcta, ni muchísimo menos, tanto en su
acepción internacional de Tonalidad alta ni como en la arbitraria
de Notas por ser los "Timbres" del Reglamento Rulos bien, manifiestos.
Omitiendo, en cambio, las verdaderamente básicas del canto
cultivado del canario del País, y que son precisamente las
que más agradan e impresionan hoy, a juzgar por el desmedido
interés en adquirir ejemplares que las emiten y que son objeto
de crítica, precisamente, por quienes más se afanan
en adquirirlos y son los más fervientes partidarios en mantener
los conceptos erróneos del Reglamento.
Lo pernicioso es persistir en la absurda creencia
de que el canario puro del País ha de emitir Timbres en sus
tres tonalidades para que el canto sea más variado y completo,
ignorando que por querer cultivar estos Timbressiempre impropios
del canto puro del País pierden los canarios la facilidad
de emitir con absoluta precisión las otras notas básicas;
.por cuanto, siendo básica la modulación lingual para
ejecutar con la máxima perfección y belleza las notas
de Agua, los Cloqueos y las Flautas (Floreos en el Reglamento) se
ve impedida su ejecución por su antagonista la modulación
gutural propia de los llamados "Timbres", o lo que es lo mismo,
canarios que cantan Rulos no pueden modular eficientemente bellas
y definidas notas de Agua, ni Cloqueos, ni variadas Flautas, y,
por el contrario, estimulando, para mejorarlas, estas notas propias
del canto puro del País, no pueden aparecer, como máximo,
más que la modulación gutural del Timbre rulado (Timbre
metálico del Reglamento) en cortas expresiones, tal como
lo hacen tantos pájaros silvestres y que son comunes al canto
de todas las razas de canarios reconocidas internacionalmente.
Precisamente, por el antagonismo existente entre
los Rulos, y los Cloqueos y notas de Agua (incompatibilidad de modulaciones)
es el motivo principal del escaso avance cultural del canto realmente
bello y típico del canario del País que todos desean
establecer en sus linajes.
Se recordará que en el n.° 13 de Pájaros
al final de mi artículo "Justificando una opinión
sobre el llamado Timbrado Español" me permitía recomendar
a los criadores de aquellos canarios que tanto me agradaron en el
Concurso de Oviedo del ano 1961 (los mismos canarios que ahora hacen
furor en Madrid) para que "no amplíen el repertorio
con esas notas que dicen ser básicas del canario del País.
Posee una estirpe buenísima que es susceptible de purificar
procurando mejorar en lo posible la modulación, dicción
y vocalizaciones gratas de todas las notas y estimulando las variaciones
de Agua, Cloqueos y Flautas (Floreos). Con estas notas en sus formas
simples y compuestas se obtiene un canto variadísimo que
causaría sensación en los Concursos internacionales".
Claro está que tales canarios de Oviedo,
tal como yo preconizaba su cultivo de canto, no podían ser
acogidos en los Concursos de canto Timbrado por cuanto al privarles
de los Timbres (entiéndase el intermedio y el profundo, puesto
que el metálico es común a todas las razas) mal podían
denominarse Timbrados, ni por otra parte las notas de Agua podían
valorarse, técnicamente, en un Código cuyo Reglamento
no hace la menor alusión a ellas.
Pero a pesar de ello, por lo que sea, a los aficionados
madrileños les agrada esta modalidad y la introducen en sus
crías, y lo más paradójico es que tal canto
NO TIMBRADO obtiene este año el primer premio en CANTO TIMBRADO,
juzgado el canario campeón por el más experto juez
de Timbrado Español en el Concurso de la Real Asociación
de Cazadores de Madrid. Véase la planilla de calificación.
Ante esta planilla de canto cabría preguntarse:
¿para qué tanta discusión habida durante tantos años
sobre el mal llamado Timbrado Español para llegar al convencimiento
oficial de una mayor belleza de canto en una modalidad desprovista
de las notas básicas preconizadas en el Reglamento?
Como lo hice con los buenos aficionados de Oviedo,
quiero insistir ahora cerca del criador de este canario campeón,
el buen amigo don Pedro Rico Castillo, para que elimine de sus crías
todo vestigio de ruladas guturales, incluso el Timbre rulado (Timbre
metálico en el Reglamento), el cual, aunque admisible en
el canto del País por no ser básico del Roller, su
cultivo introduce dificultades en la pureza de las modulaciones
linguales: notas de Agua, Cloqueos y Floreos (Flautas) que son las
notas básicas que con mayor empeño debe estimular
si verdaderamente está convencido de la mayor belleza de
esta modalidad de canto que no sospechaban su existencia quienes
establecieron el Reglamento, haciendo caso omiso de los que le recomienden
la introducción de "notas timbradas" que no conducen más
que al emborronamiento casi total de esas otras notas verdaderamente
básicas que tanto agradan y por las cuales su canario ha
merecido el primer premio de Canto Español, como así
debió denominarse al buen canto del País en lugar
de ser aplicado el absurdo adjetivo de Timbrado.
Los Rulos, intermedio y profundo (léase
Timbres en el Reglamento) jamás han sido notas básicas
del canto del canario puro del País, y no se concibe que
a estas alturas se pretenda mantener la confusión en la masa
de la afición, como justificación de graves errores
cometidos, diciendo que todos los Códigos de canto han sufrido
modificaciones en el transcurso de los años. Esta afirmación
es gratuita y tendenciosa por cuanto en el canto Roller por lo menos,
jamás ha existido variación de criterios técnicos
en lo referente a las notas básicas. Los Rulos (sencillos
o dobles) corno básicos del Roller (canario rulador) siempre
se han mantenido invariables, con la misma denominación y
con la misma puntuación, desde los primeros Congresos alemanes,
los de Leipzig y Colonia, celebrados allá por los años
de la primera década del actual siglo.
Las modificaciones que repetidas veces ha sufrido
el Código o Estándar Roller en distintos Congresos
han sido exclusivamente de notas secundarias (notas no ruladas)
para intentar crear distintos linajes de canto (líneas de
canto), pero siempre manteniendo como básicas del Roller
o del Harz a las notas rodadas clásicas y de cuyos repetidos
intentos se llegó al convencimiento de la incompatibilidad
de modulaciones que perjudicaban la pureza de los nobles rulos por
la preponderancia del cultivo de notas de canto no rodado.
La afición española tiene derecho
a conocer la verdad en lo referente al Timbrado Español,
porque si se han cometido graves torpezas técnicas injustificables,
deben ser los mismos que las cometieron los que con gallardía
deben rectificar públicamente y decir a los aficionados que
confiaron en ellos que en efecto el Timbrado Español ha sido
reconocido internacionalmente, pero con la condición expresa
de que el TONO de su canto ha de ser forzosamente TIMBRADO,
motivo por el cual deben eliminarse del Código y, del
Reglamento el Timbre intermedio y con mayor razón el Timbre
profundo, motivo por el que, al tener que suprimir las notas
que se decían ser básicas del Timbrado, es un hecho
insólito que no tiene precedentes en los anales de la Canaricultura.
El calificativo de Timbrado no ha sido por tanto
tan acertado como algunos suponían, por cuanto esta incorrecta
denominación ha podido ser motivo de justificación
técnicay tal vez un tanto diplomáticapara
reconocer este canto y dejar que caiga el Timbrado por su propio
peso..., ya que, de persistir el rigor de la condición impuesta
del exterior, los cultivadores del "Timbrado" tendrán que
conformarse con voces de "grillo" y de "chicharrilla'" en el canto
de sus canarios, si pretenden acudir a Concursos internacionales,
y esta condición impuesta a quienes han saboreado últimamente
otros contrastes de tonalidades y modulaciones más gratas
y más propias del canto puro del País no creo que
ahora se alegren demasiado de que se haya reconocido internacionalmente
el Timbrado Español.
Finalizado el comentario de este primer grupo de
notas del Reglamento, comentaré en sucesivos capítulos
los restantes grupos, los cuales, como en el de las notas timbradas,
también hay mucho que hablar de ellas y demostrar, por las
normas preconizadas en el Reglamento, que el repertorio de canto
así establecido no es precisamente un modelo de depuración
que satisfaga las más elementales normas de la cultura.
NOTA: En este artículo debía figurar
el fotograbado de la planilla de calificación de la que hago
referencia. Su desaparición inesperada en momentos críticos
de presiones poco deportivas, ha impedido su reproducción
en estas columnas. Lamento sinceramente lo ocurrido por el interés
y por el deber que tenía de devolvérsela al buen aficionado
y excelente amigo don Ángel Sáinz de la Torre, que
adquirió el canario al Sr. Rico. Ambos señores saben
muy bien lo mismo que otros muchos que en el repertorio
del citado canario no figuraban puntuados ni el Timbre intermedio
ni el Timbre profundo a pesar de que en el título de la planilla
de Concurso llevara impreso el absurdo nombre de TIMBRADO ESPAÑOL.
(Continuará)
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