Éxito en un caso difícil,
inflamación proventricular.

Por José Vicente Andrés Zurita
andres.zurita@wanadoo.es

24 nov. 2002

 

Hace ya tres años que me dedico a la cría de canarios como aficionado. No he tenido muchas bajas por enfermedad, pero cuando las ha habido ha sido en ejemplares recién adquiridos u otros contagiados por éstos, como el caso que a continuación describo. He intentado adquirir información para curar algunas enfermedades através de artículos publicados en internet, muchos de ellos en esta Web, por Eloy Parra, que me han servido de gran ayuda. No obstante la experiencia me ha enseñado que el mejor remedio es la prevención a través de la higiene, de una alimentación rica y variada y de una utilización controlada de medicamentos, únicamente en los casos estrictamente necesarios.

Al final del verano perdí dos ejemplares machos, uno recién adquirido y otro que tenía unos 4 meses, contagiado por éste. Los síntomas fueron los mismos, embolamiento, inflamación abdominal, poca actividad, abundante consumo de comida... tratados con Bioserine (lab. Latac) mejoraron. A los siete días suspendí el tratamiento,y pese a darles Infloran-Berna y vitaminas durante 5 días más ambos murieron.

Antes de desprenderme de ellos les realicé una minuciosa observación y me encontré en ambos con algo que desconocía, una mancha oscura en la parte superior derecha del abdomen.

Con el fin de conocer la enfermedad comencé a leer artículos, encontrando bastante documentación sobre "el punto negro" en pichones, "infección proventricular", "proventriculitis", etc., que consideraban como causa a un virus, a una megabacteria o a un agente desconocido. No obstante el pronóstico era drástico, y la muerte en la mayoría de los ejemplares inevitable; considerando que el único modo de combatirla era la prevención a través de medidas rigurosas de higiene y modificando el PH del agua con unas gotas de vinagre o limón.

En algunos artículos citaban medicinas: sulfamidas, neomicina, ciprofloxacino, etc., pero sin aportar datos sobre experiencias: en uno de ellos indicaba que el ave no fallece en sí por la acción de un virus o de megabacterias, sino por las alteraciones inmunológicas que se producen y que pueden dar lugar a graves infecciones de todo tipo, a micosis por Candida Albicans, afectando gravemente a funciones vitales del organismo.

En una pajarería de Madrid adquirí una canaria enferma que presentaba los mismo síntomas que mis dos canarios y en la que se observaba la inflamación proventricular. Mi objetivo era comprobar la utilidad de diversos medicamentos farmacéuticos, aconsejados por mi mujer que es médico. La hipótesis de trabajo era la de suministrar un antibiótico durante cinco días tipo Bioserine como medida de choque y posteriormente continuar durante todo un mes con un antibiótico de baja absorción que no dañara el organismo, un antimicótico para evitar candidiasis, un complejo vitamínico con minerales y para controlar el equilibrio de flora intestinal un probiótico.

Síntomas que presentaba

  • Embolada. Pasa mucho rato al lado del comedero. Heces muy voluminosas con mucosidad que observadas de cerca presenta trozos de grano mal digerido. Piar ronco. Reacciones muy lentas. Suele estar en la parte inferior de la jaula junto a un rincón o en un palo bajo.
  • Pata izquierda y muslo inflamados, abdomen inflamado, zonas oscuras por el abdomen, mancha oscura en la parte superior derecha del abdomen de forma alargada; por la zona anal piel muy amarillenta. Al tacto parece tener elevada la temperatura corporal.
  • Pico, ojos, orificio auditivo, cabeza, alas y plumaje sin alteraciones.

Diagnóstico probable

inflamación proventricular, concomitante con infección abdominal, inflamación muscular, micosis, problemas de digestión y absorción de nutrientes... y una probable alteración del sistema inmunológico.

Tratamiento

Fase I. Del 1º al 4º día:

  • En jaula hospital , temperatura ambiente 29º.
  • Bioserine de laboratorios Latac, 12 h. las dos primeras tomas y después cada 24 h.
  • Además a partir del 2º día: Micostatín, Dayamineral pediátrico. (1 gota de Mycostatin por 50 cc de agua del bebedero y 1 gota de Dayamineral pediátrico.)

Al 2º día se nota que desciende algo la inflamación de la pata y muslo pero continúa la del abdomen.

Al 3º día presenta una ligera mejoría, disminuye la inflamación del abdomen muy lentamente, tiene más movilidad; pero continúa con el resto de los síntomas.

El 5º día de tratamiento con bioserine ha desaparecido la inflamación, pero continuan las heces abundantes, las semillas sin digerir y demás síntomas.

Fase II. Del 5º al 28º día:

Tal y como os comenté anteriormente comienzo el tratamiento con un complejo antibiótico de baja absorción (Sulfintestin Neomicina) + un antimicótico (Micostatín) + un complejo vitamínico y minerales (Dayamineral pediátrico) + un probiótico (Ultra Levura).

  • Sulfintestin Neomicina es un compuesto de neomicina, formilsulfatiazol y dihicroesterptomicina, de baja absorción, bastante estable y que no daña el resto del organismo. Trituro la pastilla y aproximadamente le doy 1 milímetro cúbico diario, administrado directamente en el pico durante una semana con el administrador del bioserine, posteriormente se lo doy mezclado con un poquito de bizcocho (también se podría diluir en agua).
  • Micostatín, para evitar infecciones por candidiasis. 1 gota en 50 cc de agua.
  • Dayamineral pediátrico: complejo vitamínico y minerales , 1 gota en 50 cc de agua.
  • Ultra Levura, para evitar la destrucción de la flora intestinal. 1 cápsula diluida en 1 litro de agua y guardada en la nevera en botella oscura.
  • Así mismo, el 5º día le di Drontal Plus, para evitar parásitos internos. 1/4 de pastilla en 1/4 litro de agua.

A los dos días siguientes de la administración de la medicación la inflamación del abdomen desapareció totalmente y en los días siguientes los síntomas heces voluminosas, comida no digerida, también fueron remitiendo. La canaria comenzó a tener mayor vivacidad e incluso a bañarse en el agua del bebedero por lo que le coloqué una bañera. No obstante la mancha oscura y una cierta inflamación en la parte superior derecha del abdomen persistían. Pensé que estaba perdiendo el tiempo y alargando la agonía de la canaria.

Mi sorpresa fue que sobre el duodécimo día la inflamación empezó a remitir y el color se fue modificando a más rosado, volví a tener esperanzas. La trasladé a una voladera para que hiciera más ejercicio, manteniéndola a partir de entonces a una temperatura ambiente.

Ahora, después de 21 días continúa en la voladera, le administro la misma medicación y ha recuperado su vitalidad. Le mantendré la medicación siete días más y después continuaré 7 días más como se indica seguidamente.

Fase III. 7 días: administrando Dayamineral pediátrico y Ultra Levura.

Conclusión

Independientemente de que el agente causante sea un virus, una megabacteria, u otros, considero que si se consigue mantener una medicación que no dañe funciones u órganos fundamentales del ave administrando al mismo tiempo vitaminas, minerales y agentes que regeneren la flora intestinal, el propio organismo creará sus defensas.

No obstante no sé si la enfermedad quedará latente, la transmitirá a otros canarios. Para evitar que se transmita al resto le pondré un ejemplar viejo, antes de juntarla con el resto. Veremos que pasa con sus crías: usaré nodrizas y a la propia canaria, para comparar resultados. A mí la medicación utilizada me ha servido en esta ocasión. Espero no tener más casos. Si alguien copia la experiencia, le agradecería que me haga llegar sus resultados.

Como medidas preventivas recomiendo higiene, desinfección, unas gotas de vinagre de manzana en el agua del bebedero y de las bañeras, buena y variada alimentación, un ratito de sol directo diario y en su momento vitaminas y probióticos.

© José Vicente Andrés Zurita