Sugerencias a los criadores de canarios "Timbrado
Español"
Por José Salvador Rico Núñez
Revista Pájaros nº 29, 1968
Invitado a colaborar en la revista Pájaros,
precisamente en la sección de Timbrado, en la actualidad
carente de colaboración adecuada, lo hago con mucho gusto,
aunque creo existen multitud de aficionados más capacitados
que yo y, por lo tanto, más idóneos para hacerlo.
Y lo hago con gran interés, pensando en
esa legión de aficionados que dispersos por toda la geografía
patria, se encuentran desamparados de consejos y aliento para perseverar
en la lucha diaria, que supone el conseguir el "buen canario timbrado".
Estoy seguro que ellos agradecerán cualquier sugerencia o
una palabra de ánimo que les estimule a la perseverancia.
Me deben perdonar si alguna vez en mis artículos
hago alusión a otros artículos publicados por mí,
con anterioridad en otras revistas de Canaricultura; ésto
ha de ser así, porque la actual revista Pájaros cubre
un sector de afición de hecho distinto al que cubrían
en su día las citadas revistas.
En canaricultura nunca se consigue nada, si no
se lucha con tesón y ánimo. Cayendo y volviendo a
levantarse de nuevo. Aceptando los fracasos (cuando realmente lo
son) como lo que son... fracasos. Volver a empezar corrigiendo los
errores, seleccionando de nuevo; apareando correctamente, desechando
los productos obtenidos carentes de calidad, etc., etc. Para lograr
esto hay que dejar a un lado el "amor propio", capacitarse, pero
sobre todo, PERSEVERAR.
Ya en 1961 publiqué un artículo en
el número 16 de la revista Pájaros, que titulaba "Impresiones
sobre el actual canario de canto español o del país",
al cual me tengo que referir a continuación:
Creo que todo cuanto os pueda decir en este modesto
trabajo; a unos les "sonará" a cosa antigua o vieja, cosa
"archisabida", pero como creo que a otros aficionados (con menos
años de afición), con menos facilidades para haberlo
'leído en su día, ha de sonarles a "cosa" nueva y,
por lo tanto, útil, vuelvo a tratar el tema.
En el referido artículo hacía una
revisión de las causas que influían entonces en el
poco avance que se observaba en la obtención de ejemplares
puros de esta raza. Las causas eran las siguientes:
1.º Pocos ejemplares puros para la cría
y los concursos.
2.° Brillante auge alcanzado por "aquel entonces"
por otras razas.
3.º Dificultad que encierra de por sí la
cría y selección de una raza de canto.
4.º Falta de tesón y paciencia por parte
nuestra (criadores noveles por entonces).
5.° Furor que hacía por entonces el pájaro
de color, con sus primeros teñidos por "Necareko", carotenos,
etc.
6.° Precio de los piensos.
7.º Aceptación por los criadores de "timbrado
español" de jueces no idóneos en los concursos de
nuestra raza. Causa ésta la más importante en impedir
el avance de nuestro canario; como más tarde demostraré.
Estas causas las razonaba, poco más o menos,
así:
1.° Por diferentes causas que ya analicé
en su día, eran muy pocos los ejemplares puros que entonces
poseíamos y aun éstos, unos estuvieron en buenas manos
(criadores expertos), pero otros, no. Cruzados con holandeses, color,
etc., etc.
2.° Por aquel entonces imperaban en España
tres variedades de canarios:
Roller, Color y "tipo español"; este último
sólo en Barcelona.
El Roller, con todo derecho, era el verdadero señor
de la Canaricultura, en manos expertísimas; de muy buenos
aficionados son muchos años de expereincia y capacitación.
El Color. Esta variedad imperaba en toda la región
levantina con muchos núcleos aislados en otras regiones.
Estoy aludiendo al buen "canario de color", sin tintes, sin pigmentaciones
artificiales; que hizo verdadero furor en todos los concursos.
El canario de "tipo español", sobre todo
cultivado en Cataluña; sacrificó su canto (era el
verdadero y genuino "timbrado español") en aras del formato
o aptitud tipo, en unas medidas estandard y una gama de colores
también preestablecida.
3.° Nadie puede discutirme la dificultad que entraña
el cultivo de una rama de canto (Roller o Timbrado), sobre la facilidad
de obtención de buenos ejemplares; sobre las otrás
modalidades de color y postura. Sobre las dificultades inherentes
a la cría genérica del canario, se suman aquí
las genéticas: tonalidades de voz, limpieza de dicción,
enseñanza del repertorio de canto, etc., etc. En mi modesta
opinión, lo difícil en canaricultura es criar canarios
de canto. De éstos, más difícil el Roller y
luego el Timbrado. Las demás variedades, a poco que uno se
lo proponga, se llega a la meta en algunas temporadas; y más
fácil aún si la Química nos ayuda.
4.° Falta de tesón o constancia. Por todas
las causas citadas anteriormente, muchos criadores de timbrado "claudicaron"
y, por lo tanto, desistieron del cultivo de esta raza. Otros, no.
Quedaron un grupo de animosos, que nunca dieron pruebas de doblegarse
ante la moda ni ante la adversidad. Entre estos animosos, enamorados
de nuestro timbrado o canario del país, se encontraban los
asturianos, madrileños y extremeños. Así, por
este orden.
Ya entonces empezaba a existir un cierto interés
por nuestro pájaro, en Andalucía y La Mancha. En la
actualidad tengo la satisfacción de comprobar que ese interés
se ha hecho realidad y que Puertollano y Jerez de la Frontera se
han convertido en potencia canaricultora de Timbrado.
Conservo cartas de aficionados de ambas localidades,
de los años 1953 al 60, donde angustiados me pedían
consejos, ejemplares puros para la cría, métodos de
cría, enseñanza del canto, selección para los
concursos, etc., etcétera. Sobre todo insistían en
la adquisición de "colleras" (así denominan a las
parejas) de "pura sangre" de Timbrado.
Entonces (como ya he dicho varias veces) eran muy
contados los ejemplares puros. Yo les aconsejaba que cruzaran los
mejores pájaros que entonces tenían y mucho tesón,
pues desechando lo defectuoso que lograran en sus carnadas y volviendo
a cruzar y recruzar lo mejor, al cabo de los años el éxito
llegaría.
Así ha sido. Ya han llegado. He tenido ocasión
de escuchar timbrados de ambas localidades y he comprobado con íntima
alegría, que mi vaticinio se ha hecho realidad. Actualmente
disponen de muchos ejemplares de timbrado de muy buena calidad,
que llegarán a ser perfectos, simplemente con el solo hecho
que se lo propongan. Deben llegar al convencimiento de que trabajan
con un pájaro muy vigoroso, que se reproduce muy bien, que
resiste mejor que ninguno las enfermedades y, sobre todo, que se
adapta fácilmenté a los climas más duros (cálidos
o fríos). He visto voladoras al aire libre en Asturias, con
nieve y a temperaturas de bajo cero, así como otras en Andalucía
bajo un sol abrasador.
Tampoco debemos olvidar que los criadores que entonces
éramos noveles, ahora ya somos maduros. Tenemos sedimentación
en nuestra experiencia y estamos más preparados ante las
dificultades y la adversidad.
6.° El precio de los piensos. Viene a estar igualado
ahora como entonces. Tuvimos una etapa sindical (Dios quiera vuelva
de nuevo) en la que el alpiste en el mercado se vendía a
28 pesetas kilogramo; entonces y gracias a los desvelos del Grupo
Nacional de Pájaros, que logró unas importaciones
de Argentina, Pakistán y la India, pasamos a comprarlo a
7 pesetas kilogramo. Estableciéndolo en el mercado, a su
vez, en 9 pesetas kilogramo. El alpiste y su elevado precio ha hecho
desaparecer más criaderos que cualquier epizotoia.
7.° Llegamos al punto clave de nuestro mal. El
concurso y su forma de desarrollarse. El cómo, por qué
y por quién han sido juzgados nuestros pájaros.
Entre las causas que frenaron el progreso de nuestro
canario, destaca de manera importante la modalidad de la "puerta
cerraca", implantada hace años de una manera antirreglamentaria
por una de las más importantes sociedades canaricultoras
y digo antirreglamentariamente porque en junta general fue desestimada
la propuesta del Presidente de la Escuela de Jueces; pero a pesar
de ello se llevó a efecto, aunque afortunadamente durante
poco tiempo.
Una vez subsanada esta medida retrógrada,
que no permitía al verdadero aficionado contrastar (en su
medida) a los pájaros concursantes, padecimos otra "epidemia",
de la cual aún nos encontramos convalecientes. Me refiero
al juez único a puerta abierta.
Al referirme al juez único, no lo hago pretendiendo
que el timbrado lo juzguen tres jueces, como sería lo ideal.
Es comprensible que esto es pretender una quimera, pues salvo en
competiciones muy importantes (concursos nacionales, ibéricos),
en el resto de los certámenes ni el peculio de la entidad
ni las fechas libres de los jueces lo permiten.
Me refería al juez único para todo
el certamen y en todas sus modalidades. Siempre os esgrimirán
razones para justificar esta medida. Unas veces será la dificultad
de fechas de los jueces y otras será la dificultad económica
de los grupos o sociedades. Bueno, pues sois vosotros, los criadores
de timbrado los que debéis superar todas las dificultades.
Conozco grupos sindicales y sociedades de Canaricultura que sufragan
entre ellos (propios concursantes) los gastos de un juez, idóneo
de timbrado. Voy a intentar exponer el porqué de esta actitud.
Estos aficionados estaban "lanzados" en el logro
de un timbrado de calidad. No querían "paños calientes"
ni salir del paso en el concurso, para estancarse de nuevo otro
año por lo menos. Querían para sus timbrados un juez
idóneo, competente, querían progresar, llegar a una
meta; con esfuerzo, sacrificio económico, deportividad; pero
llegar.
Es un hecho observado por todos, que siempre en
una localidad actúa un juez no experto en nuestra modalidad,
se observa un retraso de lo menos cinco años en la mejora
y selección de la raza. Esto es así porque: Es premiado
con.trofeos y a la vista de todos (entendidos e inexpertos), un
canario, que al no ser juzgado por persona competente, no reúne
las condiciones necesarias para serlo. Estos premios desorientan
a los criadores no experimentados de la localidad, que adquieren
los citados ejemplares (falsos campeones) o crían con canarios
de parecido formato de canto con los premiados. ¿Qué ocurre?
Que al año siguiente ya hay en "circulación" un sinnúmero
de "mochuelitos" (frase de mi amigo Plata Guerra) que invaden los
criaderos locales.
¿Quién es el "guapo" que en años
subsiguientes pone en orden aquel desconcierto? ¡Y si además
al año siguiente vuelve el susodicho juez! Entonces, ¡el
caos! Todo lo realizado anteriormente es labor perdida. .
¿Sabéis por qué Asturias tiene los
mejores timbrados de España? Porque nunca ha consentido que
sean juzgados sus concursos por un solo juez y mucho menos ha caído
en el absurdo que supone el que el timbrado sea juzgado por un juez
de Roller o de Color, por prestigioso que sea.
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